miércoles, 14 de agosto de 2013

La Dominación Española

     Los comienzos de la dominación corren entre dos nombres famosos: Pizarro, el soldado; Toledo, el burócrata. Dos nombres que marcan el principio y el término de la implantación violenta del colonialismo, que nacían para durar cerca de trecientos años. Sistema colonial impuesto tras el aplastamiento del último reducto de la resistencia militar que se prolongó hasta la captura y ejecución de Tupac Amaru en 1572.
     El estado inca alcanzó la integración económica y en menor medida, la unidad política, más no la unidad nacional. El Tahuantinsuyo fue construído sobre un conjunto de naciones, curacazgos regionales. El estado andino que hallaron los invasores era una agregado de etnias, las cuarenta naciones de las crónicas, que al perder sus autonomías tradicionales, aceptaron el yugo inca a regañadientes y con disgusto, así lo demuestran las numerosas sublevaciones que los últimos incas aplastaron con rigor.


     Caminos, mitimaes, imposición del quechua, controles estadísticos, fueron los instrumentos utilizados por la administración que el Cusco impuso en el área andina. Pero la pax incaica no tuvo el tiempo suficiente para incaizar tan vasto mosaico de culturas.
     Habían regiones que nunca aceptaron la dominación incaica, había muchos grupos descontentos, la propia guerra entre Huascar y Atahualpa, por último, impidieron cualquier respuesta nacional frente al invasor. Por estas razones muchos historiadores afirman que el triunfo de Pizarro fue más político que militar. Las cosas no sucedieron como dicen muchos libros, no fueron sólo la superioridad tecnológica: armas de  fuego, hierro, armadura, capacidad de refuerzo ultramarino. Hubieron otros factores como el empleo del caballo y el mastín bravo adiestrado en "aperrear indios", o el prestigio mágico que por un tiempo envolvió a los "zungazapas" salidos del mar.
     A estas ventajas notorias pero insuficientes, las potenció la hábil estrategia de: divide e impera, conque el recien llegado obtuvo réditos de cada una de las fuerzas en pugna. Como hubo malinchismo y Tlascaltecas en México, aquí hubo filipismo, chachapoyas, tallanes, cañaris y huancas que apoyaron a los invasores como aliados eficaces. Fueron sus cargueros, intérpretes, mensajeros, espias, soldados, sirvientes. Por ejemplo fue tan importante la colaboración de los huancas que su curaca Huacrapaucar fue colmado de halagos y beneficios.


     Los españoles contaron también, en  los primeros años, con el forzado auxilio de esclavos negros e indígenas de Centroamérica como "guatemalas" y "nicaraguas" de las crónicas. Se conoce poco sobre la cantidad de estas ayudas que, al igual que los nativos andinos, dieron la carne de cañón para las expediciones militares de la guerra de conquista. Por ejemplo el licenciado Gaspar Espinoza , miembro de una rica familia de comerciantes y el mismo que usó como testaferro a Hernado de Luque, para poner dinero en la empresa conquistadora, informó desde Panamá que "para poblar e conquistar e descubrir las     provincias del Pirú se han sacado de esta más de diez mil indios".
     Los españoles hallaron al Tahuantinsuyo en una fase crítica, los descontentos vieron en los poderosos hombres blancos a los liberadorers del yugo inca, fueron pueblos que se ilusionaron con la idea de sacudirse de un dominador, para terminar bajo la dominacoión de los españoles. Cabe decir que la conquista española fue hecha en gran medida por las masas indígenas.
Fuente: Historia General del Perú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario